ASALTO A LA MONUMENTAL DE MERIDA

La plaza de toros de Mérida se queda sin estacionamiento a pocos días de la Feria del Sol. Foto: Luis Carlos Benedetto.

Por: Franklin Ortíz Soto

A propósito de la construcción de lo que algunos agentes del gobierno regional han denominado como un gimnasio ecológico, o gimnasio vertical, en las inmediaciones del estacionamiento externo Nº 4 de la Plaza de Toros “Román Eduardo Sandia Briceño” de Mérida, colindante con la Avenida Las Américas de nuestra ciudad, como accionista y –por ende– copropietario de la sociedad mercantil Complejo Recreacional Albarregas S.A. (COREALSA) es mi deber manifestar que ante la ausencia de los procedimientos administrativos y legales requeridos por el ordenamiento jurídico nacional vigente para la ejecución de dicha obra, queda más que claro que lo hecho con la mitad del estacionamiento es una vulgar confiscación; y confiscar es robar. 

Esta situación generada bajo condiciones arbitrarias da cuenta del atropello y del irrespeto a la propiedad. Además es otro caso que tarde o temprano acarreará acciones Penales, Civiles y Administrativas en vista de que COREALSA no es una empresa pública porque la totalidad de su patrimonio no es propiedad exclusiva de la Gobernación del estado Mérida, sino que se trata de una Compañía Anónima de Capital Social Mixto en la cual poseen capital accionario la Gobernación de Mérida, la Alcaldía del Municipio Libertador, la Universidad de Los Andes, demás organismos y unos cuantos particulares, entre quienes me incluyo. 

Como accionista quisiera que la Junta Administradora de COREALSA responda ¿cuándo se convocó a una Asamblea de Accionistas, tal y como lo ordenan los estatutos de la empresa y el Código de Comercio, con el fin de desincorporar parte de los terrenos del inmueble para construir ese gimnasio? Más aún, a sabiendas de que la empresa COREALSA se encuentra en situación irregular debido a que en los últimos años no se convoca a Asamblea Ordinaria o Extraordinaria de Accionistas para aprobar o improbar los estados financieros de cada ejercicio económico junto con el Informe del Comisario, entre otros aspectos. 

Por otro lado, me pregunto ¿dónde están ahora los ‘intocables’ de siempre, los denominados comisionados de asuntos inexistentes y las prominentes autoridades taurinas que al día de hoy no se han pronunciado sobre esta mutilación ilegal que sufre nuestra plaza de toros? ¿Dónde está el resto de los accionistas copropietarios que no dan importancia a este atentado contra su propiedad, o es que sólo les importa ir a la plaza con el título en la mano para reclamar el 50% de descuento en los abonos de la feria? ¿Dónde están los periodistas que se rasgan las vestiduras por la plaza de toros y que año tras año llegan en busca de entradas y pases? ¿Dónde están los demás estamentos de la ciudad, o es que sólo sirven para pelear entre ustedes? 

Este atropello no sólo vulnera los derechos de los accionistas o de los aficionados que hacen uso de la plaza de toros, también va en contra de la colectividad merideña por el uso múltiple que durante años han dado al mismo con un sinfín de actividades y eventos. Si deseaban construir un gimnasio ¿por qué no hacerlo en el Complejo Deportivo 5 Águilas Blancas o en cualquier otro terreno de los que abundan dentro de la ciudad? 

Además de ilegal, la medida resulta irracional porque los merideños sabemos que pocas personas irían a ejercitarse en un entorno desasistido por las fuerzas públicas y tomadas por la delincuencia a cualquier hora del día. Por si fuera poco el irrespeto, es hasta el día de hoy –martes 14 de enero- que COREALSA se digna ‘notificar’ del hecho de manera informal a través de su cuenta en Facebook. 

COREALSA se administra como la propia pulpería. La Fiscalía del Ministerio Público y la Contraloría General del estado Mérida deberían pronunciarse ante esta situación por lo demás ilegal. La Justicia tarda pero llega…