lunes, 25 de febrero de 2013


VICTORINO MARTÍN


La bravura llevada al límite


Son un icono de la bravura. Cincuenta años llevan abanderando emociones. Su criador apunta a la autenticidad como fundamento. A la nobleza deseada y buscada en la selección, le añaden como objetivo de la casa la inteligencia, un toro bravo, insisten, no puede ser un toro tonto. Son animales llevados al límite, toros de cara y cruz, capaces de enloquecer pero también de enriquecer. Son los victorinos. Al fondo de todo un personaje irrepetible, un sabio, Victorino, el creador; al frente un joven ilustrado, el nuevo Victorino, fiel continuador de la obra, un tipo ambicioso marcado con fuego y ciencia. El futuro parece asegurado.

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